Para Andrés Fernández no hay trabajo imposible cuando se propone sacarle provecho a la tierra. Este productor de la CCS Ramón Rodríguez de Perico potencia el cultivo de la yuca, la calabaza y los frutales en su finca Las delicias.

“Tengo cosechado casi 800 quintales entre calabaza y yuca. He entregado al materno, círculos infantiles y hogares de ancianos”, afirma Andrés mientras sacude el polvo de su saco.

Con el mínimo de recursos para el laboreo de la tierra y valiéndose de la lluvia a la vieja usanza hace productivas las 15 hectáreas dispuestas para el cultivo de la yuca. En otras 4 crecen las guías de calabaza, ya listas para la cosecha.

“Esto tiene una importancia muy grande para el pueblo porque aquí en el municipio, las producciones de pan y croquetas salen a partir de la yuca. Con mi siembra contribuyo al autoabastecimiento del territorio”

No hay retos insuperables para Candela, como todos le dicen. Sabe que el municipio y la Empresa Agropecuaria Máximo Gómez demandan de su esfuerzo para contribuir a las libras de viandas per cápita en su territorio. Experiencias como esta deben multiplicarse, pues evidencian que el esfuerzo vence los imposibles.

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