Maravillas de la Infancia, Cultivador de Sueños, emblemático proyecto de empoderamiento comunitario, celebra su vigésimo segundo aniversario de arduo trabajo en pro del desarrollo integral de niños y adolescentes.

Desde su génesis esta iniciativa tiene el firme propósito de fomentar en los más pequeños de casa un sentido de identidad, pertenencia y trabajo en equipo.
Anyelys González Méndez, integrante del proyecto, expresó: «Maravillas de la Infancia es como una segunda casa, todos somos una gran familia. También me ha ayudado mucho a desenvolverme en el escenario y crecerme como persona de bien.»
Además de un buen desempeño en el plano artístico, el programa exige un correcto rendimiento escolar.
«Nuestro principio es el estudio. Muchos de los integrantes que empezaron desde niños son hoy licenciados e ingenieros. Sin embargo, no han perdido su vínculo con nosotros, y esto se debe a nuestra motivación y empeño», expresó María Eugenia Romero García, coordinadora del Proyecto Tiernurumis y Maravillas de la Infancia.
El proyecto no solo brinda un espacio para el desarrollo artístico de niños y jóvenes, sino que es partícipe en la transformación del barrio y la articulación con zonas rurales para su mejoramiento y potencialización.
La labor de Maravillas de la Infancia no pasa desapercibida. Su impacto trasciende las fronteras de Matanzas y alcanza reconocimiento en toda la Isla y parte de América Latina.
De igual forma, su participación activa en eventos regionales, como el Tercer Congreso de Mesoamérica y el Caribe, ha consolidado su papel en la promoción de la cultura viva comunitaria.
Maravillas de la Infancia es catalizador de otros proyectos significativos, como Mi corazón toca tu puerta, que establece lazos especiales con poblaciones vulnerables, y A que te tejo y Galería Corazones. (ALH)
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