Ella es la doctora Maritza Coello Santana, la que lleva una pluma finísima y su trayectoria lo merece!!.

La conocí en la dirección del hospital hace muchos años, también dirigió salud en el municipio y así sucesivamente y con orgullo me ha dicho ..»Todas mis misiones han sido nacionalistas».

!Y bien complejas que le han tocado! .

Maritza es epidemióloga y en este municipio de Cárdenas vivió brotes de dengue, cólera, chikungunya y cuanta enfermedad apareciera en la región y la isla.

Hoy se dice fácil, pero enfrentar esos y otros padecimientos, solo quienes lo vivan me darán la razón .

Se trata de hacer trabajo comunitario, pesquisas y cuánto terreno se requiera para descartar cada caso y asistirlo.

Con ella siempre pudimos contar en la Radio porque… «Al pueblo se le habla con la verdad, aunque sea dura, pero se le explica y entienden».. Así me decía la doctora cada vez que coincidíamos en nuestros estudios.

Siempre trataba bien a sus trabajadores, compañeros, amigos y así la recuerdan hasta hoy ,con mucho cariño.

Resolutiva y muy servicial ,hasta el punto de involucrarse con el dolor ajeno, la vi sentir pérdidas, abrazar, dar aliento y estar del lado de acá junto al dolor . Aunque muchas personas piensen que los médicos se adaptan y no sufren .

Es mentira; sí se sufre y diría que más, porque desde su posición es difícil aceptar una batalla perdida.

Con modestia me dijo que muchos compañeros merecían el reconocimiento mejor que ella, yo en cambio me demoré porque hacía falta bomba para hablar de Maritza y aún así ,no estoy complacida.

Ella mucho ha hecho como salubrista y dirigente .Hoy la docencia la ocupa y no es una responsabilidad menos importante, al contrario!!!

En sus manos está el futuro y muchos agradeceríamos que formara a los estudiantes con sus principios.

Ya se encuentra en la madurez profesional y personal y cuando la veo ,pienso en el padre de la Patria que con una humildad extraordinaria dedicó sus últimos días a enseñar, después de haber sido presidente de la República en Armas .

Martí dijo …»De Céspedes el ímpetu, de Agramonte la virtud»…

Y en otro momento apuntó..»Es preciso haberse echado alguna vez un pueblo a los hombros , para saber cual fue su fortaleza.»

Así quiero que te recuerden Maritza Coello Santan con las palabras del más universal de los cubanos, porque en más de una ocasión tuviste este pueblo en tus hombros.

Yaisa Fragelas/ Radio Ciudad Bandera 

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