En la aparente tranquilidad de sus calles vacías de la Universidad de Matanzas transitan miles de historias de sueños cumplidos, de rostros felices.
Aquí todo era alegría raras veces tristeza; pero hace varios meses una pandemia obligó a que esos rostros felices se vistieran de héroes y dejaran en pausa momentáneamente los sueños.

Los futuros ingenieros industriales, Carla y Andy, voluntarios en el centro de aislamiento radicado en la Universidad de Matanzas y compañeros en la vida, llegan por segunda ocasión para apoyar en el enfrentamiento a la COVID-19.


En uno de sus escasos minutos de descanso, Lisandra, joven profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades mira al mar, respira profundo, carga las pilas y vuelve a la contienda vestida de amor y valentía.

Armado con careta, nasobuco, guantes y sobrebata combate el profe Yasniel a la COVID-19.

Cuando se hace con amor como es el caso de estos profesores y estudiantes, ya los rostros desconocidos parecen familiares, el desasosiego resulta más leve por ser compartido y la esperanza crece con prisa en cada corazón.